


Después de un buen chute de Ventolín nos fuimos a que nos enseñaran la ceremonia del Té. Una señora muy agradable nos la preparó. Nosotros se lo agradecimos en Yenes, claro.

Por el mismo precio, ella misma nos hizo esta foto.
Para intentar olvidar el desagradable y asqueroso sabor del mejunje al que ella llamaba té fuimos a dar un paseo por los alrededores. Nos topamos con un paisaje muy bonito y una especie de mercadillo ambulante, donde la gente era muy agradable. Incluso una chica quiso que nos hiciéramos una foto con ella. ¿O fué al revés?



Y por último volvimos al barrio de las geishas (Gión), porque Eva se había quedado con ganas de perseguir a más geishas. Volvimos a conseguirlo.
1 comentarios:
Mely
Así me gusta hermanito, dando pelos y señales del viaje, y con buenas dosis de humor, como siempre.
Supongo que el saber que muy muy lejos hay personas deseosas de ver fotitos y comentarios, anima un poco más a que a esas altas horas de la noche, cuando llegaréis reventados de todo el día, os pongais a dar teclazos en el ordenador.
Un besito y mañana más
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